ECOSISTEMAS
ACUÁTICO
Esta
clase de ecosistema los seres vivos se desarrollan en el agua. Estos, adquieren
características físicas muy similares entre sí como consecuencia de su
adaptación al agua. En este ecosistema las variaciones de temperaturas no son
muy marcadas, por lo que esta no afecta la supervivencia de los seres vivos.
Este ecosistema es el de mayor tamaño ya que representan el 75%. Dentro de los ecosistemas acuáticos se
encuentran los siguientes:
Bentónico:
estos se ubican en el fondo de los ecosistemas acuáticos. En aquellos que no
son muy profundos, los principales habitantes son algas. En los de mayor
profundidad, la mayoría son consumidores.
Nectónicos:
estos animales se desplazan con total libertad ya que gracias a sus medios de
locomoción pueden adaptarse a las corrientes de agua.
Plactónicos:
estos seres vivos viven flotando en el agua terrestre o marina y son
arrastrados por las corrientes de agua, no se trasladan por movimientos
propios.
Neustónicos:
estos viven sobre la superficie del agua, flotando.
Ecosistemas marinos
Los
ecosistemas oceánicos representan el 70 por ciento de la superficie terrestre y
el 99 por ciento de su volumen. Están asentados en aguas saladas, como los
mares, las marismas y los océanos. Además, se caracterizan por poseer una gran
estabilidad, lo que no significa que no varíen de unos a otros. Por ejemplo, lo
hacen variables como la luz del sol, temperatura y concentración salina, entre
otros factores, sobre todo en función de la profundidad.
A
distancias abisales, la mayor parte de los ecosistemas son desconocidos,
precisamente por esa variación en flora y fauna (desde animales microscópicos
hasta crustáceos, tortugas, peces de todos los tamaños y mamíferos marinos,
entre otras criaturas marinas) que se produce a distintas profundidades. Aun
así, puede afirmarse que las zonas costeras son más pobladas, en fuerte
contraste con un prácticamente inhóspito fondo marino, en buena parte debido a
que la cadena alimentaria comienza con el plancton, y éste precisa de la luz
solar para crecer.
Ecosistemas de agua
dulce
Como
su propio nombre indica, los ecosistemas de agua dulce se encuentran en lugares
donde hallamos aguas dulces, los ríos, las aguas subterráneas, los estanques,
los pantanos lagunas o lagos. Lógicamente, pues, su nivel de salinidad será
mucho menor y constituyen una fuente de agua de la que beber y con la que regar
los cultivos. A diferencia del ecosistema marino, su profundidad y diversidad
de fauna y flora es menor.
Entre
otros factores, la climatología, -la suma de vectores como la altitud,
temperatura y humedad-, determinan las características del hábitat. Por
ejemplo, la flora y la fauna de un lago poco profundo o de un arroyo de montaña
será muy distinta e incompatible con la propia del agua cálida de un clima
tropical. En cada entorno, en cada ecosistema, se crean las condiciones idóneas
para que esas formas de vida puedan prosperar. De hecho, cada ecosistema es
único.
Aunque
cada ecosistema es único, y sufre evoluciones predecibles e impredecibles,
-éstas a consecuencia del cambio climático, imprevistos o accidentes como fugas
de elementos tóxicos o presencia de especies invasivas-, las similitudes que
pueden establecerse entre muchos de ellos permiten conocerlos mejor gracias a
estudios científicos que permiten establecer pautas comunes de conservación.
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