martes, 17 de marzo de 2015

ECOSISTEMAS ACUÁTICOS



ECOSISTEMAS ACUÁTICO



Esta clase de ecosistema los seres vivos se desarrollan en el agua. Estos, adquieren características físicas muy similares entre sí como consecuencia de su adaptación al agua. En este ecosistema las variaciones de temperaturas no son muy marcadas, por lo que esta no afecta la supervivencia de los seres vivos. Este ecosistema es el de mayor tamaño ya que representan el 75%.  Dentro de los ecosistemas acuáticos se encuentran los siguientes:

Bentónico: estos se ubican en el fondo de los ecosistemas acuáticos. En aquellos que no son muy profundos, los principales habitantes son algas. En los de mayor profundidad, la mayoría son consumidores.

Nectónicos: estos animales se desplazan con total libertad ya que gracias a sus medios de locomoción pueden adaptarse a las corrientes de agua.

Plactónicos: estos seres vivos viven flotando en el agua terrestre o marina y son arrastrados por las corrientes de agua, no se trasladan por movimientos propios.

Neustónicos: estos viven sobre la superficie del agua, flotando.

Ecosistemas marinos

Los ecosistemas oceánicos representan el 70 por ciento de la superficie terrestre y el 99 por ciento de su volumen. Están asentados en aguas saladas, como los mares, las marismas y los océanos. Además, se caracterizan por poseer una gran estabilidad, lo que no significa que no varíen de unos a otros. Por ejemplo, lo hacen variables como la luz del sol, temperatura y concentración salina, entre otros factores, sobre todo en función de la profundidad.

A distancias abisales, la mayor parte de los ecosistemas son desconocidos, precisamente por esa variación en flora y fauna (desde animales microscópicos hasta crustáceos, tortugas, peces de todos los tamaños y mamíferos marinos, entre otras criaturas marinas) que se produce a distintas profundidades. Aun así, puede afirmarse que las zonas costeras son más pobladas, en fuerte contraste con un prácticamente inhóspito fondo marino, en buena parte debido a que la cadena alimentaria comienza con el plancton, y éste precisa de la luz solar para crecer.

Ecosistemas de agua dulce



Como su propio nombre indica, los ecosistemas de agua dulce se encuentran en lugares donde hallamos aguas dulces, los ríos, las aguas subterráneas, los estanques, los pantanos lagunas o lagos. Lógicamente, pues, su nivel de salinidad será mucho menor y constituyen una fuente de agua de la que beber y con la que regar los cultivos. A diferencia del ecosistema marino, su profundidad y diversidad de fauna y flora es menor.

Entre otros factores, la climatología, -la suma de vectores como la altitud, temperatura y humedad-, determinan las características del hábitat. Por ejemplo, la flora y la fauna de un lago poco profundo o de un arroyo de montaña será muy distinta e incompatible con la propia del agua cálida de un clima tropical. En cada entorno, en cada ecosistema, se crean las condiciones idóneas para que esas formas de vida puedan prosperar. De hecho, cada ecosistema es único.

Aunque cada ecosistema es único, y sufre evoluciones predecibles e impredecibles, -éstas a consecuencia del cambio climático, imprevistos o accidentes como fugas de elementos tóxicos o presencia de especies invasivas-, las similitudes que pueden establecerse entre muchos de ellos permiten conocerlos mejor gracias a estudios científicos que permiten establecer pautas comunes de conservación.

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