martes, 17 de marzo de 2015

ECOSISTEMAS Y TIPOS DE ECOSISTEMAS




ECOSISTEMA Y TIPOS DE ECOSISTEMAS


Por ecosistema se entiende a la comunidad de seres vivos cuyos procesos vitales están relacionados entre sí. El desarrollo de estos organismos se produce en función de los factores físicos del ambiente que comparten.

Los ecosistemas aglutinan a todos los factores bióticos (es decir, a las plantas, animales y microorganismos) de un área determinada con los factores abióticos del medio ambiente. Se trata, por lo tanto, de una unidad compuesta por organismos interdependientes que forman cadenas tróficas o alimenticias (la corriente de energía y nutrientes establecida entre las especies de un ecosistema con relación a su nutrición).

La noción de ecosistema surgió en la década de 1930 para explicar la compleja interacción entre los seres vivos, las corrientes de energía, los recursos materiales, y la comunidad en la que se desarrollan.

A mayor número de especies (es decir, mayor biodiversidad), el ecosistema suele presentar una mayor capacidad de recuperación. Esto es posible gracias a las mejores posibilidades de absorción y reducción de los cambios ambientales.

El concepto de hábitat está asociado al de ecosistema. El hábitat es el lugar físico del ecosistema, una región que ofrece las condiciones naturales necesarias para la subsistencia y reproducción de las especies.

El nicho ecológico, por su parte, es el modo en que un organismo se vincula con los factores bióticos y abióticos del ambiente a través de distintas condiciones físicas, químicas y biológicas.

Es importante tener en cuenta que un ecosistema supone una situación de equilibrio que cambia con el tiempo y que implica la constante adaptación de las especies que habitan en él.



ECOSISTEMAS ACUÁTICOS



ECOSISTEMAS ACUÁTICO



Esta clase de ecosistema los seres vivos se desarrollan en el agua. Estos, adquieren características físicas muy similares entre sí como consecuencia de su adaptación al agua. En este ecosistema las variaciones de temperaturas no son muy marcadas, por lo que esta no afecta la supervivencia de los seres vivos. Este ecosistema es el de mayor tamaño ya que representan el 75%.  Dentro de los ecosistemas acuáticos se encuentran los siguientes:

Bentónico: estos se ubican en el fondo de los ecosistemas acuáticos. En aquellos que no son muy profundos, los principales habitantes son algas. En los de mayor profundidad, la mayoría son consumidores.

Nectónicos: estos animales se desplazan con total libertad ya que gracias a sus medios de locomoción pueden adaptarse a las corrientes de agua.

Plactónicos: estos seres vivos viven flotando en el agua terrestre o marina y son arrastrados por las corrientes de agua, no se trasladan por movimientos propios.

Neustónicos: estos viven sobre la superficie del agua, flotando.

Ecosistemas marinos

Los ecosistemas oceánicos representan el 70 por ciento de la superficie terrestre y el 99 por ciento de su volumen. Están asentados en aguas saladas, como los mares, las marismas y los océanos. Además, se caracterizan por poseer una gran estabilidad, lo que no significa que no varíen de unos a otros. Por ejemplo, lo hacen variables como la luz del sol, temperatura y concentración salina, entre otros factores, sobre todo en función de la profundidad.

A distancias abisales, la mayor parte de los ecosistemas son desconocidos, precisamente por esa variación en flora y fauna (desde animales microscópicos hasta crustáceos, tortugas, peces de todos los tamaños y mamíferos marinos, entre otras criaturas marinas) que se produce a distintas profundidades. Aun así, puede afirmarse que las zonas costeras son más pobladas, en fuerte contraste con un prácticamente inhóspito fondo marino, en buena parte debido a que la cadena alimentaria comienza con el plancton, y éste precisa de la luz solar para crecer.

Ecosistemas de agua dulce



Como su propio nombre indica, los ecosistemas de agua dulce se encuentran en lugares donde hallamos aguas dulces, los ríos, las aguas subterráneas, los estanques, los pantanos lagunas o lagos. Lógicamente, pues, su nivel de salinidad será mucho menor y constituyen una fuente de agua de la que beber y con la que regar los cultivos. A diferencia del ecosistema marino, su profundidad y diversidad de fauna y flora es menor.

Entre otros factores, la climatología, -la suma de vectores como la altitud, temperatura y humedad-, determinan las características del hábitat. Por ejemplo, la flora y la fauna de un lago poco profundo o de un arroyo de montaña será muy distinta e incompatible con la propia del agua cálida de un clima tropical. En cada entorno, en cada ecosistema, se crean las condiciones idóneas para que esas formas de vida puedan prosperar. De hecho, cada ecosistema es único.

Aunque cada ecosistema es único, y sufre evoluciones predecibles e impredecibles, -éstas a consecuencia del cambio climático, imprevistos o accidentes como fugas de elementos tóxicos o presencia de especies invasivas-, las similitudes que pueden establecerse entre muchos de ellos permiten conocerlos mejor gracias a estudios científicos que permiten establecer pautas comunes de conservación.

ECOSISTEMAS TERRESTRES



ECOSISTEMAS TERRESTRES


Dentro de los ecosistemas terrestres podemos distinguir los bosques, las praderas, los desiertos o los ecosistemas polares.

Los bosques. En ellos abundan los árboles. Existen bosques diferentes en función del clima. El bosque boreal es propio de regiones frías. Ahí viven pinos, abetos y otras coníferas; y también lobos, osos o alces. Los bosques templados crecen en regiones con clima templado. En ellos hay hayas, encinas, arbustos…; y también osos, ardillas o ciervos. Y los bosques tropicales aparecen en zonas próximas a los trópicos, donde las precipitaciones son abundantes. En estos bosques existe una mayor diversidad de seres vivos: plantas trepadoras, plantas carnívoras, insectos, ranas, tapires, monos, pumas, serpientes… En los trópicos la diversidad de vida es mayor que en otras regiones del planeta. En el Ecuador, por ejemplo, ¡viven 150 especies diferentes de colibríes!

Las praderas. En ellas crecen hierbas o pastos. Por eso abundan los animales capaces de alimentarse de estas hierbas, como el bisonte, las jirafas o insectos como las termitas. Y también algunos carnívoros que cazan estos animales, como el guepardo, las hienas, los leones… La tundra es una pradera fría, la estepa es una pradera templada, y la sabana es una pradera tropical.

Los desiertos. En estas regiones llueve muy poco. Existe poca vegetación y pocos animales son capaces de sobrevivir. Los seres vivos que viven en los desiertos, como el cactus, el camello o algunas serpientes, se han acostumbrado a vivir con muy poca agua.



Las montañas. En estos ecosistemas, la temperatura desciende a medida que ascendemos por la montaña. Por tanto, encontraremos distintos animales y plantas a distintas alturas. En las montañas templadas encontramos ciervos, halcones, carneros o pumas. En las montañas tropicales hay gorilas, colobos, ranas, vicuñas o colibríes.

Ecosistema urbano. Para los animales, las ciudades ofrecen muchos sitios donde cobijarse, obtener comida o cuidar a las crías; por ejemplo los árboles y jardines, salientes de edificios, techos, sótanos… Algunos animales, sin embargo, no se acostumbran a vivir en las ciudades y se desplazan cuando un pueblo crece. Pero otros son ya prácticamente animales urbanos. Por ejemplo las ratas pardas, los gorriones o las palomas bravías. También abundan en las ciudades los insectos, como algunas mariposas, las cucarachas, las arañas de patas largas o las moscas domésticas.

Los ecosistemas polares. Las temperaturas son bajas durante todo el año. En muchas zonas, debido al frío, la vegetación es casi inexistente. Algunos animales típicos son el zorro ártico, el oso polar y el reno en el Ártico; y los pingüinos, las focas o la ballena azul en los ecosistemas antárticos.



REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS



definicion.de/ecosistema/
angisitalorenita.blogspot.com/2012/08/clases-de-ecosistema-terrestre.html

http://www.ecologiaverde.com/que-es-un-ecosistema-acuatico